El inconsciente es un estado psicológico con muchos matices, uno de esos matices es la inocencia, ya que hasta que no sucede el hecho, el individuo no es consciente con antelación de lo que iba a suceder, es un estado no pensado, no premeditado. De modo que el inconsciente se va formando a través de experiencias (acciones) aparentemente casi idénticas y repetitivas.
Como, por ejemplo, un bebé llora y aprende que llorando consigue cosas, caricias, comida, etc. Y se produce el efecto de acción-reacción. A veces, lo hace de manera automática, y no necesariamente para recibir nada. Entonces, se pone a llorar sin parar y los padres se vuelven locos porque no saben que le pasa. Y es que el inconsciente se pone en marcha y va por su cuenta. En ese caso si los padres no son maduros o empáticos la educación de un bebé o de un hijo puede llegar a ser muy traumática en ambas direcciones.
Esto es así porque tal y como figura en la defición de Wikipedia, en el lenguaje corriente, el término se utiliza como adjetivo para calificar un estado o disposición mental que presenta aquel sujeto que desarrolla inadvertidamente su comportamiento, es decir, sin darse cuenta, y que, en general, no depende de su voluntad en realizarlo.
El impulso emocional y el inconsciente van de la mano. En muchas ocasiones los seres humanos tienen conductas de las cuales se arrepienten en el mismo momento que se han producido y se preguntan cómo es posible que hayan dicho, o hecho semejante cosa. El impulso está en el inconsciente y domina y actúa por su cuenta, Es muy importante aprender a manejarlo, para no tener reacciones impulsivas de las cuales nos avergoncemos o nos arrepintamos.
Asimismo, esta definción también se puede emplear para describir, con una connotación peyorativa, a una persona irresponsable o desconsiderada en grado sumo, y que lleva a cabo acciones dañinas o peligrosas sin tener en cuenta las consecuencias ni los riesgos. Se dice que es una persona «inconsciente».
Pero lo verdaderamente importante es que el psicoanálisis no existiría si no existiera el inconsciente. En el inconsciente no hay represión, hay inconsciencia. La represión existe porque existe un deseo de hacer algo que no soy capaz de realizar o que no me dejan que lo realice.
Inconsciente heredado
Por otro lado, nos encontramos con este otro tipo de inconsciente. Es una evidencia, ya que quedan grabadas a lo largo de los siglos las experiencias que han tenido en primer lugar nuestros familiares más cercanos y aunque queda mucho más lejano, también las experiencias de nuestros antepasados.
Repetimos muchas conductas de nuestros familiares más cercanos, incluso las de nuestros bisabuelos, si analizamos detenidamente el modo en cómo se relacionaban nuestros bisabuelos encontraremos y nos sorprenderemos del gran parecido que tenemos sobre ellos.
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