Celia Fernández es psicóloga. Opina que la inteligencia emocional debería ser «una asignatura troncal en las facultades de psicología». Como profesional conoció el protocolo de Intelema y hoy es parte del equipo. Charlamos sobre lo que supuso para ella la experiencia, como trabaja Intelema y nos cuenta cómo algunas personas que «se dejaban arrastrar por la corriente» un día decidieron tomar las riendas de su vida.
¿Cómo conoces Intelema? ¿Cómo llegas a ellos?
Llegué a ellos a través de un grupo de revisión de casos que creó Carmen, la CEO de Intelema. Ahí fue cuando conocí y empecé a descubrir la esencia de Intelema. Desde entonces, no he dejado de contar con ella para ayudarme y formarme en los casos que llevaba en mi propia clínica.
¿Cómo es tu experiencia con ellos?
Poco a poco empecé a involucrarme en algunos proyectos de Intelema, teniendo cada vez más claro que me encantaría formar parte de esa organización, no solo por su calidad profesional sino también por la calidad humana y los valores que la envuelven.
¿Trabajar con ellos se podría decir que te ayudó a desarrollar tu talento?
Indudablemente, gracias a ellos me estoy conociendo mejor a mí misma, estoy descubriendo mis capacidades y valores más profundos. La unión y conexión entre ambos me hace desarrollar mi potencial desde lo que soy yo, me hace discernir lo que verdaderamente es importante para mí y dirigirme y dedicarme a ello. Cuando soy consciente de que camino elijo hacia lo que verdaderamente es importante para mí, dando lo mejor de mí misma, siento una profunda gratitud, libertad y felicidad.
Empezaste con Intelema una formación hasta el punto de que te hiciste consultora y ahora estás en el otro lado ¿por qué? ¿Qué beneficios tiene para ti o qué aspectos trabaja, que no se toquen en la psicología tradicional?
La psicología que yo conozco se basa en un buscar o encontrar un problema (el problema o motivo por el que sufre el paciente), recoger síntomas, poner una etiqueta y aplicar un tratamiento o solución. Con Intelema, se trabaja un concepto de la persona global, sumamente respetuoso donde el objetivo principal es que la persona conecte con lo mejor de sí misma y de lo mejor allá donde esté o decida estar (sea en un contexto personal o profesional). No es tanto detallar el problema o indagar en sus antecedentes sino descubrir lo verdaderamente importante para esta persona y trabajar desde ahí de forma experiencial, semana a semana, dando pasos hacia aquello que verdaderamente mueve al individuo, ocupándose de forma consciente de sí mismo, desde una actitud respetuosa consigo mismo (y por ende con los demás) y responsable ante la vida, siendo el protagonista de su propio desarrollo personal y profesional.
¿Crees que se debería de estudiar la inteligencia emocional con mayor profundidad en las facultades?
Sin ninguna duda, las emociones determinan el modo en el que nos relacionamos con nosotros mismos y con el mundo. No se puede entender al ser humano sin emociones. Por tanto, la consciencia de ellas y su manejo o adecuación; la conexión con los demás o el modo en que nos relacionamos debería ser una asignatura troncal en las facultades de psicología.
Tú que has estado en ambos lados, recibiendo coaching y ahora dando coaching ¿cómo lo has percibido desde ambas perspectivas?
Lo he vivido (y lo vivo) como una gran oportunidad de aprendizaje y desarrollo. Viendo y sintiendo mi propia evolución y la de las personas con las que trabajo dando coaching.Veo también mis propios miedos, mis debilidades y fortalezas. Los logros grandes y pequeños de cosas que son importantes para mí y que a través de acciones (pequeñas y grandes) me han llenado de alegría, de fortaleza. Esos logros también los he podido ver y sentir a través de las personas con las que trabajo el protocolo de desarrollo personal y profesional.
¿Cómo lo definirías el protocolo que empleáis en Intelema?
El protocolo es una herramienta sencilla, fácil directa y experiencial que logra algo tremendamente íntimo, profundo, revelador, transcendente. A través de la acción, paso a paso la persona se conecta a desarrollar su potencial, usando en esas acciones sus capacidades y valores más profundos, (únicos en cada individuo). Ya sea para sacar adelante un proyecto profesional importante en la persona o para sacar adelante algo importante en su ámbito afectivo o familiar. Desde esa esencia de cada uno, desplegar y desarrollar lo mejor a través de acciones, conlleva un impacto, no solo para el propio individuo, sino para su entorno.
¿Cuáles son los cambios o reacciones que más te han impactado de las personas con las que has trabajado?
Los cambios mas importantes han venido de personas valientes que en un primer momento estaban en el sufrimiento, en el victimismo, creían y sentían que no controlaban nada en sus vidas, que la vida les había puesto ahí, arrastrados hasta ese presente como cuando uno es arrastrado por la corriente en contra de su voluntad. Sentían que no podían hacer nada para cambiarlo sin caer en la utopía o en el miedo. La actitud elegida antes los hechos de su vida era pues, de malestar y sufrimiento, esa actitud se veía reflejada en su ser: cómo piensan (negatividad, impotencia, pesimismo) en, como sienten (rabia, frustración, pena) como actúan (inmovilismo, queja, “soportar”, “aguantar”) y como comunican (desde la queja sin acción, desde el malestar y la rabia). Actitudes que no son ajenas a cualquier ser humano. Como comentaba yo me he visto reflejada en muchas de ellas. Pero el verdadero cambio viene cuando estas personas lo ven y eligen hacerse cargo de ellas mismas, eligen una actitud de responsabilidad, de responder a los desafíos y retos que la vida les plantea desde lo mejor de sí mismos, usando conscientemente sus capacidades. Y como paso a paso, semana a semana, se van haciendo con el control de sus vidas y al cambiar ellos, lo demás (entorno, compañeros, familiares) van cambiando también en su forma de relacionarse y compartir. Todo ello se traduce en su bienestar, su satisfacción personal y profesional que se ve reflejada en cómo piensan, como sienten, como actúan y comunican estas personas después de pasar por el proceso. Recuerdo una de las participantes, como emocionada me comentaba que a raíz de trabajarse el protocolo, sus amistades, su hijos, su marido le reflejaban ese cambio en positivo.
¿De qué forma crees que puede ayudar a las personas hacer este protocolo?
Puede ayudarles no solo de forma útil y práctica en su desarrollo profesional (traducido en la calidad de su puesto, en su bienestar, en sus finanzas) sino que también les puede ayudar a mejorar su calidad como seres humanos. Cuando eliges relacionarte desde el afecto, la confianza en ti mismo, la bondad y no desde la envidia, la ira o el miedo… Estás eligiendo una actitud ante la vida que te hace sentir mejor persona, más íntegra, y esa satisfacción, ese gozo, no se paga.
Por último, ¿por qué lo recomendarías?
Porque descubrir lo mejor de ti mismo y usarlo conscientemente te lleva a disfrutar de la vida, las relaciones (contigo mismo y con los demás) y el trabajo de una forma plena sabiendo que te mueves a lo que verdaderamente es importante para ti. Desde ahí siempre se generan cambios, vemos las oportunidades y nos atrevemos a cogerlas, elegimos y mejoramos nuestras relaciones con los demás. Y aunque las dificultades están ahí, desde la claridad de lo que yo soy y de lo que soy capaz de generar, uno se siente capaz de abordarlas. Esa potencia del amor por lo que uno hace (hacer lo que uno quiere y querer lo que hace) es tan potente como una luz que brilla en medio de la oscuridad.
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